Donostia 2009/11/30: los y las ponentes

Aurora López, se encuentra al frente del urbanismo de la entidad 22@ del Ayuntamiento de Barcelona desde 2001 y ha dirigido la redacción del Plan de Protección del Patrimonio Industrial del Poblenou que ha permitido preservar integrando en el planeamiento muchas de las edificaciones fabriles existentes.
http://www.22barcelona.com/
http://www.22barcelona.com/documentacio/pat_el_aprov.pdf

Antoni Vilanova, profesional intensamente implicado con respecto al patrimonio construido desde entidades como la Agrupació d’Arquitectes per a la Defensa i la Intervenció en el Patrimoni Arquitectònic (AADIPA) del Col•legi d’Arquitectes de Catalunya (COAC) y especializado en rehabilitación e intervención en el patrimonio, ha realizado en el Poblenou, de cuyo desarrollo histórico y urbanístico es gran conocedor, la rehabilitación de la fábrica Ca l´Aranyó, como sede de la Universitat Pompeu Fabra en Poble Nou proyecto por el que fue galardonado con el Premi Ciutat de Barcelona. Ha intervenido también en otros edificios industriales, como la Torre de les Aigües del Besòs en Barcelona, el Museu Central Hidràulica de Capdella o la fábrica de Can Ribas en Palma de Mallorca junto con Jaume Ferrer, ganador del concurso; actualmente interviene en la Central Térmica MSP Ponferrada.

http://www.vilanova-moya.com/que.htm

Benedetta Tagliabue, arquitecta responsable del Estudio Miralles/Tagliabue-EMBT, tras el fallecimiento en plena juventud creativa de Enric Miralles. Sus proyectos se desarrollan en todo el mundo. En la actualidad trabaja entre otras obras, en el Pabellón Español de la Expo de Shanghai 2010.

Ha realizado intervenciones en el patrimonio industrial como la del Mercado de Santa Caterina de Barcelona (1997-2005)

http://www.mirallestagliabue.com/project.asp?id=59

Joan Callis, arquitecto vinculado al trabajo de Enric Miralles desde 1989 y al de la firma EMBT Arquitectes Associats desde 1990 es experto en la coordinación de grupos de trabajo relacionados con el proceso proyectual, lo que le ha permitido dirigir como jefe del proyecto y la supervisión la construcción del nuevo Parlamento de Escocia en Edimburgo, proyecto ganador de la Bienal de Arquitectura Española de 2005.

En la actualidad y desde su responsabilidad como Jefe de Proyecto de EMBT se encarga de la intervención en Can Ricart, fábrica situada dentro del ámbito de 22@, que abrirá en 2010 como equipamiento cultural de la Generalitat

http://www.bcn.es/urbanisme/canricart/
http://www.mirallestagliabue.com/project.asp?id=137

Lunes, 30: Donostia



Continuando con el Ciclo de Conferencias organizadas con motivo de nuestro 25º aniversario, la siguiente parada es Donosti, donde reflexionaremos y debatiremos sobre las prácticas de intervención sobre el patrimonio industrial desde el punto de vista arquitectónico y urbanístico.


Para ello, a partir de las 18:00 en el aula magna de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la UPV-EHU, y con la presencia de la Directora de Patrimonio Cultural de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Pilar Azurmendi, expertos aquitectos y urbanistas compartirán con nosotros sus respectivos puntos de vista respecto a la forma de intervenir sobre este tipo de patrimonio.


En concreto, los ponentes serán:


- Benedetta Tagliabue, Joan Callis. Arquitectos. EMTB.
- Antoni Vilanova. Arquitecto. Vilanova-Moya Arquitectes.
- Aurora López. Arquitecta. Directora de Urbanismo de 22@.

Así mismo, contaremos con la presencia de Socorro Romano, Directora del Untzi Museoa-Museo Naval, quién presentará y moderará el debate.

“Es necesario desterrar la idea de que en Álava no hay patrimonio industrial”



Salinas de Añana, el Horno de Ollerias de Legutiano y el Depósito de Aguas, la Azucarera y la Gasolinera Goya, estos tres en Vitoria-Gasteiz, gozan de protección legal como Bienes de Interés Cultural. Son cinco de aproximadamente medio centenar de elementos de patrimonio industrial y obra pública vascos que cuentan con este nivel de protección (de un censo total, según el inventario realizado por la AVPIOP-IOHLEE, que ronda los 2.700 elementos). Aunque en Álava existen menos muebles, inmuebles y paisajes heredados de nuestra historia industrial, tan sólo un 16% del inventario, no son menos importantes cualitativamente que los que se encuentran en Gipuzkoa y Bizkaia.

Esa es una de las ideas que Jabi Puertas Juez, el presidente de la Asociación, quiso transmitir ayer a los alaveses en el trascurso del primero de los actos de celebración del 25º aniversario de la AVPIOP-IOHLEE. “Es necesario desterrar la idea de que en Álava no hay patrimonio industrial. Tenemos que reivindicar que lo tiene y que, además, es de referencia a nivel vasco y estatal, por sus características específicas”, señaló Puertas Juez.
Y es que, a diferencia de lo que ocurrió en Gipuzkoa y Bizkaia, la industria alavesa no estuvo tan ligada a la transformación del metal, con enormes empresas siderúrgicas y metalúrgicas. Aunque sí contó con dos polos industriales de excepción: el de la tierra de Ayala, en especial Llodio y Amurrio, que se convirtieron en una prolongación lógica de la industria siderúrgica del Nervión, y el núcleo de Vitoria, donde se han concentrado la mayor parte de los esfuerzos empresariales del territorio. Pero Álava ha destacado fundamentalmente por el desarrollo y expansión de la industria agroalimentaria, el mejor campo de expresión de su peculiar modelo de industrialización: industria harinera, vitivinícola, aguardientes y licores, azúcar y salinas, de los que aún se conservan muchos elementos en uso y reutilizados.
Esa es otra de las ideas que la AVPIOP-IOHLEE quiere destacar del patrimonio industrial alavés: su conservación a través del uso. La Asociación reclama desde sus orígenes la preservación no sólo mediante la protección legal de los elementos, que se ha demostrado insuficiente en algunos casos. El objetivo es rehabilitar y reutilizar estos espacios para dotarlos de nuevos usos y acercarlos a la ciudadanía.
Álava es un ejemplo en este sentido. Salinas de Añana sigue en uso y es un gran centro didáctico, además de ser monumento nacional y formar parte del ‘top ten’ de la asociación, donde no sólo se trata de apreciar los elementos sino un paisaje completo (como ocurre con el poblado minero de La Arboleda, en Bizkaia, resultado ambos de la acción humana). La Azucarera y el Depósito de Aguas de Vitoria-Gasteiz, reconvertidos en vivero empresarial y zona expositiva respectivamente, han logrado reintegrarse en el entorno ciudadano mediante la reutilización del espacio conservando sus particularidades. En cuanto al Horno de Ollerías (Legutiano), es una de las pocas muestras existentes de arquitectura relacionada con la alfarería en el País Vasco.

El “patrimonio heredado” posee una carga “histórica, económica, artística, etnográfica, técnica e iconográfica” de gran valor. Estos testimonios del pasado industrial de Euskadi son memoria histórica y son también una posibilidad de futuro, con multitud de elementos muebles e inmuebles que pueden ser reutilizados para nuevos usos.

En Álava existen muchísimos otros ejemplares de gran importancia histórica, tecnológica o arquitectónica. La cerámica de Llodio, la Fundición San Pedro (Araia – Asparrena), que fue la primera empresa siderúrgica moderna del País Vasco junto a la de Santa Ana en Bolueta (Bilbao); las harineras repartidas por toda la geografía alavesa, como la de Nuestra Señora de Ibernalo, en Campezo; los trujales de Lanziego y de Anizeto Muro (Lapuebla), la Cooperativa de Moreda, los Silos de Salvatierra; las bodegas en Rioja Alavesa, conservadas y mejoradas porque siguen estando en uso e incluso musealizadas (Marqués de Riscal –Elciego-, Bodegas Palacio –Laguardia-), Bodegas Faustino (Oyón), Coto de Rioja (Oyón)… Y por supuesto las estaciones de ferrocarril, verdaderos hitos históricos, como las de Villarreal (Legutiano), Maeztu, Atauri (Arraia-Maeztu) y Vitoria-Gasteiz, etcétera.

En el patrimonio industrial alavés se dan la mano la modernidad y la tradición, valores que la Asociación quiere resaltar y que son una buen abaza de futuro para su conservación. Aunque en el territorio se han preservado estas pequeñas y grandes historias, también se han perdido algunos elementos de gran importancia. La harinera de Abechucho y la Panificadora Vitoriana, ambas ubicadas en la capital alavesa y testimonio de uno de los sectores de mayor tradición e implantación geográfica de Álava, la Licorera Tejada de Llodio, Heraclio Fournier y Auerbach y Aranegui de Vitoria-Gasteiz, son también hoy sólo un recuerdo.

IOHLEEren 25. urteurrena


Hogeita bost urte pasatu dira industri jarduerak eragindako ondakin materialen balio kulturala defendatzeko ataza honetan lehen urratsak eman genituenetik, eta, egia esan, ordutik gauza asko aldatu dira.

Gaur egun, industri ondarea errepertorio arkitektonikoen eta museologikoen barne da, inolako zalantzarik gabe, eta gure aberastasun kulturalaren ondare bihurtu da.

Industri Ondare eta Herri Laneko Euskal Elkarteak urteurren hau ospatu nahi du gaur egungo egoera horri buruzko hausnarketa bat eginez eta gure gizarteak etorkizunean gainditu beharko dituen industri erronka berriekin bat etorrita.

Rueda de Prensa Presentación Actos 25º Aniversario 19-11-09


Hace 25 años una decena de personas entre las que se contaban arquitectos, historiadores o ingenieros industriales se asociaron para defender el patrimonio fabril de Euskadi. Corría 1984, y tras la grave crisis que forzó la reconversión industrial, defender aquellas moles de cemento ennegrecido era poco menos que una heroicidad. A su labor incansable se debe que, un cuarto de siglo después, todavía se conserven en pie elementos clave para entender la historia vasca en el siglo XX, como la fábrica de boinas La Encartada, el horno alto de Sestao o la sede en Bilbao de Harino-Panadera. Precisamente en este edificio, ejemplo modélico de rehabilitación del patrimonio industrial, se presentaron ayer los actos con los que la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública celebrará su 25 aniversario. Su presidente Javier Puertas, acompañado de miembros fundadores como Joaquín Cárcamo y Marta Zabala, aprovechó para hacer balance de estos años de trabajo duro y a veces ingrato.





La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial reivindica la reutilización de estos espacios con memoria en su 25º aniversario

La AVPIOP-IOHLEE aboga por dotar de nuevos usos a los elementos para que la protección sea efectiva y por crear un Museo de La Técnica y la Industria, la principal causa que asumió la organización hace más de dos décadas
“El inventariado y la protección legal no sirven por sí solos para conservar el patrimonio industrial. Por ello es necesario dar un paso más y rehabilitar y reutilizar las instalaciones”. Con este objetivo en mente la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública (AVPIOP-IOHLEE) inicia los actos de celebración de su 25º aniversario. Jabi Puertas Juez, su presidente, y otros dos miembros de la junta directiva, Marta Zabala y Joaquín Cárcamo, reivindicaron esta mañana en Bilbao ese paso más en la protección de un “patrimonio heredado” que posee una carga “histórica, económica, artística, etnográfica, técnica e iconográfica” de gran valor. Estos testimonios del pasado industrial de Euskadi son memoria histórica y son también una posibilidad de futuro, con multitud de elementos muebles e inmuebles que pueden ser reutilizados para nuevos usos. Claro que esta recuperación debe pasar “por preservar no sólo la fachada, sino también elementos interiores, como la disposición de las salas y la maquinaria, en la medida de lo posible”. Porque aunque se suele realizar la conservación respondiendo sólo a criterios arquitectónicos de exterior, las fábricas, mercados, lonjas, lavaderos y estaciones (por citar sólo algunas de las categorías de elementos) guardan en su interior verdaderas joyas de otras épocas y “hay que echar sobre ellos una mirada distinta a la tradicional del arquitecto”.
El edificio bilbaíno de Harino Panadera, junto a Irala, lugar en el que se celebró la rueda de prensa de presentación del programa del 25º aniversario, es un buen ejemplo de esto. El inmueble que dio origen prácticamente al barrio de Irala data de 1902 y ha sido recientemente recuperado por el Ayuntamiento de Bilbao para albergar las dependencias del Área de Salud y Consumo. Además de la estructura del edificio que fue fábrica de pan, el trabajo de recuperación ha tenido en cuenta la maquinaria interior, un mecano de tuberías, cedazos, rodillos de molienda e instalaciones originales que atraviesan las cinco plantas del inmueble. El ‘fachadismo’ o mantenimiento sólo de la fachada de la que tanto se abusa al recuperar este tipo de edificios no ha podido con Harino Panadera.
En Euskadi existen más de 3.000 elementos inventariados de patrimonio industrial, según el censo realizado por la asociación. Esto incluye edificios, maquinaria, muebles y también paisajes, como es el caso del poblado minero de La Arboleda. Se trata de un paisaje idílico de lagos y montañas que no existiría hoy en día sin el trasiego de las minas, que movieron toneladas de tierra y dieron como resultado su actual orografía. La Arboleda es un lugar protegido, gracias al trabajo de la AVPIOP-IOHLEE. Sus miembros realizaron la solicitud de protección al Gobierno Vasco, como hicieron con el Edificio Ilgner y el Horno Alto de AHV en Sestao, la fábrica de La Encartada en Balmaseda, el Puente FFCC de Pablo de Alzola sobre el Kadagua en Bilbao-Barakaldo, la fábrica FESA-ERCROSS en Lutxana, la estación de FFCC de Barakaldo, el Molino papelero Azpikoetxea en Legazpi y la draga Jaizkibel de Pasaia (aunque ésta se halla en estado de abandono).
Otros elementos que dan fe del pasado industrial de Euskadi están pendientes de protección (sólo 40 cuentan con esta calificación de los miles que aún existen). Y se han perdido muchos en estos 25 años, desde el desmantelamiento de la industria en los años 80: el escritorio mercantil de los Ibarra en la Calle Ribera, el edificio principal de La Cervecera del Norte en Basurto, el Depósito Franco, el interior y el perfil urbano de la Alhóndiga, la draga Titán del Museo Marítimo, la Central Eléctrica y el Depósito de Agua de Santa Ana de Bolueta, los mercadillos (antiguos lavaderos) de Castaños y San Mamés y los cargaderos de mineral de Bilbao; los chalets de Orconera y los edificios principales de Sefanitro en Barakaldo y elementos importantes de la Fábrica de Gas de Donostia-San Sebastián, por citar sólo algunos ejemplos.
Para muchos de estos elementos existe además otra alternativa: ser reunidos en un Museo de la Técnica y de la Industria, la primera causa de la Asociación en su origen. “Sigue siendo una causa pendiente”, reconocen sus miembros. Existe incluso un proyecto para instalar este museo en el edificio de Molinos Vascos en Zorroza, la que fuera en la década de 1920 una de las mayores harineras del continente (y sustituta de La Ceres, en Muelle Marzana, hoy reconvertida en viviendas).
Sea cual sea la fórmula elegida para preservar el patrimonio industrial, los miembros de la AVPIOP-IOHLEE están convencidos de que su conservación y reutilización depende de la concienciación institucional y social. “Hay que decirle a las administraciones, los propietarios y los ciudadanos que estos elementos son rentables social y económicamente, que es posible dotarlos de nuevos usos de forma rentable”. Muchos de los que han desaparecido en los últimos años han sido víctimas de la presión urbanística, y tal vez la crisis actúe de alguna manera a favor de los que están amenazados. “La reutilización es sostenible. A la hora de hacer el planeamiento urbanístico, los ayuntamientos deberían tenerlo en cuenta”, sostienen Puertas, Zabala y Cárcamo.
Pasados 25 años de su nacimiento, la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública está convencida de que aquellos que no han vivido la industria tal y como fue en el siglo XX tienen mucho que aprender y apreciar en estos elementos. Además, ellos están libres del prejuicio “que señala a la fábrica como algo sucio, que contamina y esclaviza” y pueden apreciar el valor estético, artístico, histórico de cada pieza. Las razones que hay para conservarlo y valorizarlo.
Para conocer este patrimonio más en detalle, la Asociación organiza cinco actos en Euskadi con motivo de su 25º aniversario. Una charla en el Bibat de Gasteiz el día 25, otra en la Escuela de Arquitectura de Donostia el día 30; el 1 de diciembre en el Palacio Euskalduna, el 2 en el edificio Ilgner-Cedemi de Barakaldo y una entrega de Premios en el Euskalduna el 3.

Actos de presentación del XXV aniversario de la Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública


La Asociación Vasca de Patrimonio Industrial y Obra Pública, AVPIOP- IOHLEE, inicia los actos de celebración de su 25º aniversario con una rueda de prensa para explicar sus objetivos y programa. La cita es el jueves 19 de noviembre, a las 11:00 horas, en la cuarta planta del edificio de Harino Panadera, del Área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao. El edificio es todo un ejemplo de rehabilitación del patrimonio industrial. A la rueda de prensa asistirán el presidente de la AVPIOP, Jabi Puertas Juez, y otros dos miembros de su junta directiva, Marta Zabala y Joaquín Cárcamo.


AVPIOP-IOHLEE nació a mediados de los años 80 con una tarea difícil en una sociedad en plena crisis industrial. Su objetivo era salvaguardar y proteger el patrimonio mueble, inmueble y paisajístico relacionado con la industria (La Arboleda en Trapagaran, el Alto Horno de Sestao, Salinas de Añana en Álava o el puente de hierro de Ormaiztegi, en Guipúzcoa, son algunos de los más de 6.000 elementos inventariados), conscientes de que los valores históricos, artísticos y tecnológicos que encierra aportan una nueva dimensión para el desarrollo de la cultura vasca.

Harino Panadera tiene mucho que ver con la principal reivindicación de la Asociación: la protección, rehabilitación y reutilización del patrimonio industrial de Euskadi, condenado de otra manera a la desaparición. El único edificio que queda en pie de la fábrica es el más antiguo del complejo (1902) y alberga las instalaciones del Área de Salud y Consumo y una zona expositiva con la maquinaria original.




Actos culturales del 25º aniversario


Queremos compartir contigo el programa de actos que hemos organizado para celebrar el 25 aniversario de nuestra Asociación.

Efectivamente, este año se cumple ya un cuarto de siglo del nacimiento de esta asociación que, desde entonces, y en ocasiones con un gran esfuerzo, ha estado defendiendo el valor cultural de los restos materiales derivados de nuestro pasado industrial.

Muchas cosas han cambiado en estos 25 años, hasta el punto de que el patrimonio industrial y la obra pública se incluyen ya indiscutiblemente en los repertorios arquitectónicos y museológicos, formando parte de nuestro acerbo cultural. Nos sentimos orgullosos de ello porque consideramos que, de alguna manera, somos responsables de este cambio de percepción del valor de nuestra herencia industrial.

Los actos conmemorativos que hemos organizado tienen como núcleo central un ciclo de conferencias que llevaremos a cabo en los tres Territorios Históricos. Estas conferencias servirán para hacer un balance de lo que han significado los últimos 25 años para la protección y puesta en valor del patrimonio industrial en Euskadi, su situación actual así como los retos futuros a los que nos enfrentamos y que pasan necesariamente por la adaptación de nuestros objetivos y actuaciones al cambio cultural y generacional que se está produciendo en nuestra sociedad.

Esperamos que estos actos sean de tu interés y te invitamos a que participes en ellos.


 
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